Asistí a tu entierro

¿Cuánto tiempo ha pasado?

Yo, aquí sigo,

en el mismo sitio que me dejaste

y en el mismo minuto,

pues en mí, el tiempo no ha pasado.

Sin embargo, creo que no lo has notado,

bueno, aún no estoy segura si algún día lo hiciste.

Te he visto pasar,

te he visto irte

y volver.

No sé qué pasa,

No sé qué pasó contigo o mejor dicho

no comprendo mi ser.

Te recuerda en cada instante,

te piensa en todo momento

y te sueña sin cesar.

Pero ¿cómo te lo hago saber?

sí al acercarme, veo en ti incertidumbre,

sí al voltear caigo en cuenta que ambos tenemos nuestra vida hecha,

sí miro el reloj de mi vida y noto que ha avanzado.

Aún transcurridas horas, días, años,

me doy cuenta que poco a poco

mi ser comienza a notar puertas que hacía cerradas,

escucho palabras olvidadas en mi diccionario,

escribo letras de amor con tinta invisible.

¡Es cierto!

El tiempo ha pasado.

Y tu fantasma continúa rondando

cada que me cree perdida,

pero hoy no, hoy no más.

He descubierto en mí un poder,

un poder sobre natural,

un poder que todos poseemos,

y del cual pocos conocen.

Me he visto en el espejo

con una nueva luz,

con un nuevo brillo,

con un nuevo pensar,

con un nuevo sueño,

con una nueva fantasía.

Y noté que mi poder funcionaba,

que había podido por fin

quitarte el título del eterno Platón.

De pronto, volví al armario

para vestirme de Reyna,

tenía que asistir a tu entierro,

al entierro del amor eterno,

del sueño nunca hecho realidad,

de la fantasía absurda,

de más estúpido de los seres,

pues nunca notó a su lado

a su Julieta hecha realidad.

CCM

Compartiendo con el corazón