El tintero
Decidí girar una vez
más
la página de aquel
libro en escombros,
aquel que me había
prometido
no volver a tocar,
aquel que una vez me
dijeron
que sería el libro
que con
más intensidad y
anhelo redactaría,
aquel en el que
olvidaron mencionar
que no sólo mariposas
existían.
Ese libro en el que
ilusionada
escribí tu nombre y
mi sueño contigo,
ese libro que dejé
abierto con una
página en blanco para
no volver
a leer entre líneas
tus pensamientos,
mis emociones.
Pero de nuevo, no sé
si el destino,
el tiempo o quizá yo,
tomó una vez más una
larga y
elegante pluma, la
sumergió
en tinta, esa tinta
oscura
e imborrable, para
arrastrarla
sobre aquella vieja
hoja en blanco.
Se escribió otra
historia,
una diferente a las
anteriores,
una en la que nuevos
sentimientos
resurgieron desde el
interior,
pero pasó rápido,
pues
era una historia
breve
y pasajera, era
simplemente,
la introducción a una
nueva redacción.
Se crearon borradores
con perfiles
diferentes,
pero ninguno
encajaba,
al parecer el libro
necesitaba algo
impactante,
algo merecedor de él.
De pronto, un
innovador tintero,
uno de calidad
extraordinaria,
uno que hacía que la
pluma
se moviera sin parar.
Líneas y enunciados
desfilaban
sin cesar en el libro
del olvido,
las páginas se fueron
llenando
una a una sin verse
su fin.
De pronto, en un instante,
aquella tintase
corrió,
aquella innovadora
tinta desistió.
Una vez más esa
historia
No se terminaría de
escribir,
una vez más el redactor
había escogido la
tinta
inadecuada para el libro
del AMOR.
CCM
Compartiendo
con el corazón
1-jul-2008
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